un microensayo sobre estética, identidad y disrupción
En el diseño, durante mucho tiempo, se nos enseñó a buscar lo limpio, lo ordenado, lo correcto. Que todo se vea “bien”. Que todo encaje.
Pero,
¿y si la estética también puede ser incómoda? ¿Y si en lo roto, en lo incompleto, en lo distorsionado… hay una forma de verdad?
En WOWK no creemos en el diseño perfecto. Creemos en el diseño que incomoda con intención, que rompe para revelar, que distorsiona para mostrar lo invisible.
Porque una identidad no siempre es nítida. A veces está fragmentada, en construcción, atravesada por contradicciones. Y eso también tiene valor. De hecho, tiene más fuerza que cualquier fórmula de “belleza” preestablecida.
Una tipografía cortada.
Un color que no “armoniza”.
Una composición que no sigue la regla.
Todo eso, cuando está bien pensado, comunica algo.
Algo más profundo. Algo más real.
Diseñar también es aceptar la imperfección como parte del lenguaje.
Y ahí, justo ahí, aparece lo más interesante:
UNA MARCA QUE NO BUSCA AGRADAR, SINO SER
Vos que pensas?
Te leemos en los comentarios. Gracias por leernos 🙂



https://shorturl.fm/OqJvr
https://shorturl.fm/OB3Ro
https://shorturl.fm/j8861